Page 259 - PENSAR UN PACIFICO LATINOAMERICANO: RETOS POLITICOS, ETICOS Y MEDIOAMBIENTALES
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“En estas condiciones fundacionales de la identidad colec-
tiva de las clases dominantes, la ciudadanía, como el poder,
la propiedad y la cultura legítima, no son prerrogativas que
se deliberan, sino que se ejercen como imperativos categóri-
cos, pues son un derecho de conquista. La ciudadanía no se
presenta entonces para los ciudadanos como una produc-
ción de derechos, sino como una herencia familiar, y en eso
todas las fracciones dominantes presentan un acuerdo tá-
cito; de ahí que se pueda hablar en toda esta época republi-
cana del ejercicio de una ciudadanía patrimonial” (García
Linera, 2009, p. 178).


En tal sentido, concreta García Linera, esta “ciudadanía he-
reditaria” se ha roto en diversos momentos de la historia de Boli-
via: los artesanos de Belzu o los comunarismos aimaras de Wilka.
Sin embargo, estos desbordes fueron fácilmente anulados por el
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poder patrimonial hacendal . Si en un momento concreto llegó un

10 Este argumento remarca el giro hegeliano o “realista” de García Linera
al transitar de la forma comunidad y la forma multitud y el despliegue
de sus capacidades organizativas autónomas en clave negrista a la forma
estado. García Linera (2005) retomó en un primer momento la categoría
de subalternidad planteada por Negri y Hardt (2002, 2004) a la realidad
periférica latinoamericana. No obstante, para Linera la multitud que
emergió en Bolivia no estaba solo sostenida por la subsunción formal,
sino que era un producto también de la subsunción real (Negri et al.,
2008, p. 54). Cuando Evo alcanzó el poder, el pensamiento de Linera
avanzó hacia posiciones más estatistas. Bajo la influencia de Zavaleta,
Linera entenderá la multitud como un bloque de acción colectiva que
articula estructuras organizadas autónomas de las clases subalternas,
obreras y no obreras, en torno a construcciones discursivas y simbólicas
de hegemonía. Asimismo, para Linera, la forma comunidad es la propia
de una sociedad de base agraria comunitaria y la forma comunitaria se-
ría el modo en el que “la propiedad común de la tierra y la cultura orga-
nizativa indígena se movilizan como autodeterminación” (2015, p. 14).
En su opinión, las formas comunitarias son muy débiles para afrontar las
luchas políticas con posibilidad de éxito. De lo que se trataría es de


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